Este blog nace con el propósito de dar a conocer cómo funciona nuestro cuerpo, cómo cuidarlo y para intentar responder a cuantas preguntas nos vayamos planteando. No es un blog técnico ni especializado sino de divulgación y, por ello, no encontraréis explicaciones incomprensibles. Me mueve la firme convicción de que cuidar de nosotros mismos activa y equilibradamente es la clave no sé si de una vida larga (¿quién puede saberlo?) pero sí de calidad. Mi trabajo como osteópata, como terapeuta, es, en este sentido, vocacional. La salud puede ser un regalo pero depende de nosotros conservarla. La prevención es sin duda nuestra mejor apuesta de futuro. Pero no existe prevención sin conocimiento.
Llegué a la osteopatía casi por casualidad una vez terminada mi vida como deportista profesional. Concluida esa etapa, tenía que encontrar mi espacio sin abandonar del todo el que había sido mi mundo durante años. De una forma u otra la práctica intensa de una disciplina deportiva ofrece un conocimiento extraordinario del cuerpo… y de sus límites. También de los riesgos que comporta. Me inicié entonces en el Quiromasaje y el Shiatsu, y, gracias a ellos, llegué a ser consciente de la existencia de la Osteopatía. En aquel entonces era una disciplina prácticamente desconocida, a la que accedí una vez concluidos mis estudios de Fisioterapia y tras superar un máster de cuatro años. La mayoría de osteópatas que visitaban en este país eran pocos y franceses. Era un mundo fascinante y había mucho por hacer.
La osteopatía es una forma diferente de entender el cuerpo. Su origen es médico y por esta razón tiene sus bases en la anatomía y la fisiología. Lo que la hace especial es la manera de interrelacionar todos los procesos físicos y químicos que se producen en el cuerpo simultáneamente. El concepto es claramente holístico y pertenece al mundo de las medicinas naturales, si bien nunca dejará atrás sus orígenes. De hecho, en Estados Unidos sigue estudiándose en las facultades de Medicina. Todos los países anglosajones reconocen, de una forma u otra, a los osteópatas. Aquí, siempre diferentes, esta especialidad depende de la Fisioterapia y de su colegio profesional, que hace lo imposible para que nada cambie. Fisioterapeutas, osteópatas y demás profesionales utilizamos técnicas manuales idénticas en muchos casos. Lo que nos distingue no es saber manipular una vértebra (eso es fácil) sino cómo entendemos que deben aplicarse. Yo entiendo la salud como un proceso en el que estamos implicados todos, pacientes y terapeutas. Los segundos deberíamos ser capaces de colaborar en todos los ámbitos de la salud por el bien de nuestros pacientes.
Las entradas futuras de este blog tendrán contenidos diversos y su finalidad será la de aconsejar, orientar, divulgar. Simplemente para que quien me lea tenga suficiente información para poder decidir, algo que no siempre está a nuestro alcance.